Las Culturas Doradas (1200-1510)


El Periodo Preclásico, como es conocido el lapso de tiempo en Colombia comprendido entre 1200 y 1510, donde se formaron las Culturas más complejas a las cuales los indígenas colombianos llegaron antes de la intervención cultural española. Intrincadas jerarquías, eficiente estructura político-administrativa, monumentales ciudades, incontables obras de arte, tradiciones orales e inmateriales que nos revelan el nivel de desarrollo de estas verdaderas civilizaciones.

Los Tayronas:



Los Tayronas habitaron la zona más septentrional de Colombia, exactamente en la Sierra nevada de Santa Marta. Ellos alcanzaron un nivel de desarrollo envidiable por otras culturas colombianas, e inclusive de otras foráneas. Sus conocimientos de arquitectura, agricultura e hidráulica nos dan la imagen de una nación bien estructurada, avanzada, y que en comparación con algunas naciones europeas, con muchos adelantos con respecto a ellas. El ocaso de la Nación Tayrona, comenzó a la llegada de Rodrigo de Bastidas, en 1528, a la zona donde ellos habitaban, y para 1550, se podría afirmar que ya habían sido exterminados en más de un 80%, el otro 20% se dividió en aquellos que se refugiaron en las zonas más altas de la Montaña, y los que sucumbieron en el proceso de mestizaje. Aquellos que se quedaron en las partes altas de la Sierra, hoy aún sobreviven, como legado de la Cultura Tayrona, son los Kogui, los Ika y los Sanká.

Los muiscas:



Habitantes de la zona central de Colombia, específicamente el Altiplano Cundiboyacense, fueron la cultura que más llegó a evolucionar en lo que se refiere a la administración y la estructura político-administrativa hasta llegar a la conformación oficial de una confederación de cacicazgos, conocida en la actualidad como Confederación Muisca con un sistema uniforme de caminos, lengua, impuestos, religión y leyes. La palabra "muisca" viene del muyskkubun (idioma muisca) muyska, que significa persona o gente.

Existen otros mitos como el de Bachué, la madre de los muiscas. Un día salío de la laguna de Iguaque una mujer esbelta y bella, acompañada de un niño pequeño. Ella era Bachué, quien se sentó a la orilla de la laguna y esperó hasta que el niño creciera. Cuando alcanzó la edad suficiente, se casó con él y tuvieron muchos hijos; esos hijos son los muiscas. Bachué les enseñó a cazar, cultivar, respetar las leyes y adorar a los dioses. Bachué fue tan buena, que los mismos muiscas se referían a ella también como Furachoque ("mujer buena" en lengua muisca). Cuando ya eran ancianos, Bachué y su esposo decidieron volver a Iguaque y se convirtieron en serpientes. Esas serpientes se sumergieron en el lago. Ese día los muiscas estuvieron muy tristes, pero sabían que Bachué, su madre, era feliz.

De los muiscas nos han llegado muchos mitos, debido a que Bogotá se instituyó como capital del Nuevo Reino de Granada, y muchos cronistas se asentaron allí. Según los muiscas, había muchos dioses, pero los más importantes eran Sua (El Sol), a quien erigieron el templo de Sugamuxi o Suamox (Sogamoso). Chía (La Luna), y su templo en el pueblo que hoy lleva ese mismo nombre, el segundo en orden de importancia. Otros personajes como Bochica, que no eran dioses, eran recordados por todos con respeto y afecto.

La contribución de los Muiscas a la cultura nacional colombiana es quizás la más importante. Se destacan juegos como el tejo (turmequé), que fue inventado por los muiscas, y al que los españoles le agregaron el detalle de la pólvora. Entre los muiscas, se celebraban torneos de lucha, y el ganador era premiado por el cacique con una manta fina de algodón y se convertía en guerrero (güecha).

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